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«Mi pareja y yo discutimos todo el tiempo»: qué hay detrás de las peleas constantes

Esas pequeñas discusiones que antes se resolvían con un abrazo ahora parecen incendiarse con cada palabra. Los días terminan con silencios pesados o frases lanzadas como armas: “Siempre es lo mismo”, “Tú no entiendes”, “¿Por qué no puedes cambiar?”
Tal vez te has preguntado: “¿En qué momento nuestra relación se volvió así? ¿Por qué, si nos amamos, no logramos entendernos?”
Como psicóloga, pero también como mujer que ha vivido las complejidades del amor, quiero decirte algo: las peleas constantes no son un signo de que la relación esté perdida. Más bien son una señal de que hay algo importante que necesita ser visto, comprendido y sanado.
Las capas invisibles detrás de cada pelea
La mayoría de las parejas que acompañé a lo largo de los años llegaron diciendo lo mismo: “Nos peleamos por tonterías”. Pero cuando comenzamos a explorar juntos, descubrimos que esas “tonterías” eran solo la superficie. Detrás de la queja sobre los platos sucios o el dinero faltante había necesidades emocionales profundas: sentirse valorado, amado, respetado.
Un ejemplo que nunca olvido es el de Andrea y Samuel. En las sesiones, Andrea decía con frustración: “Es que él nunca escucha. Siempre llega tarde y no avisa.” Samuel, por su parte, se defendía: “Trabajo tanto para que estemos bien y aún así nada es suficiente para ella.”
Con el tiempo, comprendieron que la pelea no era sobre los mensajes no enviados. Era sobre la sensación de abandono que Andrea arrastraba desde su infancia y el miedo al fracaso que Samuel sentía cada vez que Andrea se enojaba. Al descubrirlo, pudieron empezar a hablarse desde la vulnerabilidad, no desde la rabia.
La repetición de patrones
Muchos conflictos en pareja no nacen en la relación actual, sino que son ecos de experiencias pasadas. Heridas emocionales de la infancia, relaciones anteriores o expectativas heredadas de nuestros padres pueden instalarse sin darnos cuenta en la manera en que amamos y discutimos.
En terapia, invito a las parejas a preguntarse: “¿Estoy reaccionando a mi pareja o a algo más profundo que aún no he resuelto?” Este es un primer paso poderoso para romper ciclos de discusión interminable.
Las peleas frecuentes no solo desgastan el vínculo, sino también la salud emocional de ambos. Poco a poco, la pareja puede comenzar a vivir en un estado de hipervigilancia: cualquier palabra puede ser interpretada como un ataque, cualquier gesto como desinterés. Esto genera:
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Desconexión emocional: las conversaciones profundas desaparecen.
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Resentimiento acumulado: cada discusión trae a la superficie viejas heridas.
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Pérdida de intimidad: el deseo de acercarse se reemplaza por la necesidad de distancia.
Pero hay algo que quiero que recuerdes: el hecho de que estén peleando no significa que no se amen. Significa que necesitan nuevas herramientas para comunicarse y relacionarse de una manera más sana.
Cómo empezar a transformar la dinámica de pareja
Escuchar de verdad, no para responder
Muchos de nosotros creemos que sabemos escuchar, pero en realidad estamos esperando nuestro turno para defendernos. Practicar una escucha activa significa dejar de lado las defensas y estar presentes para entender el mundo emocional del otro.
Hablar desde la vulnerabilidad, no desde la acusación
Decir “me siento solo cuando llegas tarde” es muy diferente a decir “siempre llegas tarde porque no te importa”. Cambiar el tono y el enfoque abre un espacio para la empatía en lugar de la confrontación.
Hacer pausas antes de reaccionar
Una técnica simple pero transformadora es detenerse, respirar y preguntarse: “¿Esto que quiero decir construirá o destruirá?” La pausa puede ser la diferencia entre una conversación y una pelea.
Cuando una pareja aprende a mirarse de nuevo
Javier y Lucía llegaron a mí después de 12 años de relación. Me dijeron: “No podemos hablar sin gritar. Nos amamos, pero estamos agotados.”
En las primeras sesiones, trabajamos en identificar sus patrones de comunicación y las emociones ocultas detrás de sus palabras. Descubrieron que gran parte de sus peleas nacían del miedo mutuo a perderse el uno al otro. Cuando pudieron expresar eso con sinceridad, sin máscaras, algo cambió.
Hoy, no es que no discutan, pero sus discusiones ya no terminan en heridas. Aprendieron a detenerse, a respirar juntos y a recordar que son un equipo.
La terapia de pareja online: un espacio seguro para reconstruir el vínculo
Cuando las parejas se sienten atrapadas en un ciclo de conflictos, puede ser difícil encontrar la salida solos. Aquí es donde la terapia de pareja online se convierte en un espacio valioso: un lugar neutro y confidencial donde ambos pueden explorar sus emociones, aprender nuevas formas de comunicarse y volver a mirarse con compasión.
Desde la comodidad de su hogar, muchas parejas descubren que no es necesario elegir entre quedarse juntos en el dolor o separarse. Hay un camino intermedio: sanar juntos.
Las discusiones constantes son un llamado de atención, no una sentencia. Son la señal de que hay algo en la relación que pide ser visto, atendido y transformado. Con disposición, compromiso y el acompañamiento adecuado, es posible construir un nuevo lenguaje para el amor: uno basado en el respeto, la comprensión y la ternura.
Si sientes que tu relación necesita un nuevo comienzo, estoy aquí para acompañarte. Agenda tu primera sesión aquí y comienza a sanar tu relación.
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